Desde Fisioterapia en casa os contamos algunos de los síntomas más prevalentes y el diagnóstico de una caída en su entorno o fuera de éste.
Síntomas de las caídas
A menudo, antes de caer, la persona no presenta ningún síntoma. Cuando un riesgo del entorno o una situación peligrosa causan una caída, lo hacen sin avisar. Sin embargo, si una caída se debe, en parte o completamente, a un problema físico, los síntomas pueden notarse antes de la caída. Los síntomas pueden consistir en mareos o vértigos y en latids del corazón irregulares o rápidos (palpitaciones).
Después de una caída, es muy común que la persona sufra una lesión, que tiende a ser más grave cuanto más avanzada es la edad de la persona en cuestión. Más de la mitad de las caídas causan por lo menos una lesión leve, como una contusión, un esguince o una distensión muscular.
Las lesiones más graves pueden incluir fracturas óseas, roturas de ligamentos, heridas profundas y lesiones en órganos como los riñones o el hígado. Alrededor del 2% de las caídas causan una fractura de cadera. Otros huesos (del brazo, la muñeca o la pelvis) se fracturan en cerca del 5% de las caídas.
Las caídas pueden causar aún más problemas si la persona no logra levantarse inmediatamente o pedir ayuda. Una situación así puede ser aterradora y hacer que la persona se sienta impotente. Permanecer en el suelo, aunque sea durante unas pocas horas, puede provocar problemas como deshidratación, bajada de la temperatura corporal (hipotermia), neumonía…
Los efectos de una caída pueden durar largo tiempo. Alrededor de la mitad de las personas que caminaban antes de caerse y fracturarse la cadera ya no vuelven a caminar tan bien como lo hacían, incluso después del tratamiento y la rehabilitación. Quienes han caído una vez pueden experimentar miedo a caer de nuevo, lo que les priva de la confianza en sí mismos. Como consecuencia, pueden decidir quedarse en casa y abandonar algunas actividades, como ir de compras, visitar a los amigos u ocuparse de las tareas domésticas. Cuando las personas se vuelven menos activas, las articulaciones se vuelven más rígidas y los músculos pueden debilitarse. Esto incrementa el riesgo de caídas, y hace más difícil permanecer activo e independiente. Por todas estas razones, las caídas pueden empeorar enormemente la calidad de vida de las personas.
Algunas caídas pueden ser graves y causar la muerte. La muerte puede producirse enseguida si, por ejemplo, la cabeza se golpea contra una superficie dura y se produce una hemorragia incontrolable en el interior del encéfalo o alrededor de éste. Con mucha mayor frecuencia, la muerte sobreviene más tarde, a causa de complicaciones en las lesiones graves provocadas por la caída.
Diagnóstico de las caídas
El diagnóstico consiste en una primera evaluación médica (a veces incluyendo pruebas de laboratorio) y de una evaluación fisioterapéutica.
Es de vital importancia acudir al médico para que valorar y evaluar la caída, porque el médico puede descubrir algunas causas tratables de la caída. Las personas que han sufrido una caída pueden ser reacias a comentarlo con su médico porque creen que las caídas forman parte del proceso de envejecimiento, sobre todo si en aquella ocasión no sufrieron ninguna lesión.
Para identificar la causa de la caída, el médico debe indagar acerca de las circunstancias en que se produjo, incluyendo cualquier síntoma (vértigo o palpitaciones) o cualquier actividad que pueda haber contribuido a la misma. Pide a los testigos de la caída que describan lo que vieron. El médico también se informa acerca del consumo de fármacos, recetados o no, así como de alcohol, que puedan haber favorecido la caída. También pregunta si el paciente ha perdido el conocimiento y si fue capaz de levantarse sin ayuda.
El primer paso consiste en llevar a cabo una exploración física para comprobar si hay lesiones y obtener información sobre las posibles causas de la caída. La evaluación suele incluir la medición de la presión arterial, la evaluación de la fuerza muscular y la movilidad, una evaluación cardíaca, evaluación de la visión, del sistema nervioso…
A veces los médicos piden a la persona que realice algunas actividades habituales, como sentarse en una silla y luego ponerse de pie y caminar, o subir y bajar un peldaño. La observación de estas actividades puede ayudar a identificar las alteraciones que han contribuido a la caída.
Si la caída ha sido causada por un riesgo del entorno y no ha habido ninguna lesión grave, es posible que no se requieran más pruebas, sin embargo, si la condición física de la persona pudo haber contribuido a la caída, pueden ser necesarias algunas pruebas.
Si ha sufrido una caída, conoce a algún familiar o alguien de su entorno que la haya sufrido y necesita de una valoración fisioterapéutica a domicilio, no dude en contactar con Fisioterapia en casa, su empresa de Fisioterapia a domicilio de confianza en Granada.