La sarcopenia es una condición común en el envejecimiento que provoca una pérdida progresiva de masa muscular, fuerza y funcionalidad. Aunque muchas personas creen que es algo inevitable al hacerse mayores, lo cierto es que la fisioterapia puede marcar la diferencia.
¿Qué es la sarcopenia?
Se trata de un proceso degenerativo que afecta a los músculos, volviéndolos más débiles y menos funcionales. Esto repercute directamente en la capacidad para realizar tareas cotidianas como caminar, subir escaleras o incluso vestirse.
Las principales causas de la sarcopenia incluyen:
- Menor actividad física (sedentarismo)
- Mala alimentación
- Cambios hormonales y genéticos
- Enfermedades crónicas o inmovilidad prolongada

Tipos de sarcopenia
- Sarcopenia primaria: Aparece sin causa aparente, asociada directamente al envejecimiento.
- Sarcopenia secundaria: Se relaciona con factores como la inactividad, malnutrición, alteraciones hormonales, enfermedades crónicas o genéticas.
🔑 El sedentarismo es uno de los factores más determinantes, y el más fácil de abordar con ayuda profesional.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
- Debilidad muscular
- Movimientos más lentos
- Mayor riesgo de caídas
- Pérdida de autonomía en actividades diarias
- Aumento de la dependencia y fragilidad
¿Cómo impacta la sarcopenia en la calidad de vida?
La disminución de la fuerza muscular hace que tareas básicas del día a día se vuelvan cada vez más difíciles. Esta situación lleva a la persona a moverse menos, lo que alimenta aún más el círculo vicioso de la debilidad y la dependencia.
¿Cómo se trata la sarcopenia? Enfoque integral
1. Nutrición adecuada
Un buen plan nutricional, con suficiente aporte proteico (al menos 1,3 g/kg/día), ayuda a frenar el deterioro muscular.
2. Ejercicio terapéutico y fisioterapia
El entrenamiento de fuerza supervisado por un fisioterapeuta es una de las herramientas más efectivas contra la sarcopenia. Se recomienda realizarlo 2-3 veces por semana, con ejercicios adaptados al estado físico de cada persona.
Además del trabajo de fuerza, también se puede incluir:
- Ejercicio aeróbico
- Trabajo de equilibrio y coordinación
- Ejercicios de flexibilidad
3. Suplementación y vitaminas
El consumo de vitamina D y otros complementos puede contribuir al mantenimiento de la función muscular, siempre bajo supervisión médica.
¿Cómo puede ayudarte la fisioterapia a domicilio?
En Fisioterapia en casa, diseñamos planes personalizados que combinan:
- Ejercicio terapéutico progresivo
- Asesoramiento sobre hábitos saludables
- Prevención de caídas y mejora de la movilidad
- Supervisión directa en el entorno del paciente
Nuestros fisioterapeutas a domicilio están especializados en el tratamiento y prevención de la sarcopenia en personas mayores. Gracias al trabajo constante y adaptado, es posible mejorar la autonomía, reducir el riesgo de dependencia y ganar calidad de vida.
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